Me encontraba absorto en el deleite de una pieza musical cuando la inspiración acudió a mi alma, cobijándome bajo un árbol que parecía debatirse entre la vida y la muerte, me encontré de pronto escribiendo las ideas que acudían atropelladamente a mi alma, logrando así plasmar un poco de mi sentir entre simples palabras inertes.
Noche infinita de eterna agonía,
luminarias antorchas de melancolía,
un paraje ante mis pupilas se extendía,
mis pies descalzos emprendieron la marcha,
árboles secos gritando por vida,
el cielo de luctuoso traje entre lagrimas gemía,
conforme avanzo al precipicio todo termina,
germinador de muerte entre nubes de cristal
caballero de soledad ¿Por qué cubres tu identidad?
Envuelto en ropajes de suave textura
fundido en cadenas de imperceptible materia
anudadas tus alas al vuelo rechazas
tras mirada siniestra ocultas secretos,
en miles de sueños has visto tu muerte,
cabalgas en contra del destino
con tu cuerpo casi inerte
con tu cabello cubierto por polvo de siglos,
sigues marchando, rechazando tu deceso;
el rugido del viento tu nombre pronuncia,
las sombras de antiguos bosques buscan tu alma;
cabalga con furia hasta el tiempo moderno,
sumérgete en la agonía de la arcaica diosa de Venus,
contempla la decadencia de la razón
las espinas de dolor revisten tu espada,
los senderos de ensueño han sido profanados
¿bajo la cruz ardiente estará tu amada?
Los restos de su recuerdo reposan en silencio,
las copas de olvido te embriagaran al anochecer
desvelo sobre desvelo, tu demacrado ser,
gota tras gota se extingue el amor
rubí tras rubí te roban la ilusión,
camina directo al peñasco
emprende el vuelo que tanto ansias,
arroja tu cuerpo a la intempestiva marea
las olas embravecidas sepultaran el cadáver de desdicha;
las piedras descalzas acarician tu cuerpo
los ríos de amargura se pierden entre agua salada
dulce sueño en medio de la agonía
amarga ilusión perdida;
frente al húmedo cristal ahora te miras,
absorto en el silencio tu memoria termina,
ya no mas dolor, ya no mas amor, ya no mas vida.
Atte. L’ange déchu